*Andrea Cantillo
“Según los datos de la Organización Panamericana de la Salud, un 50% [500 millones de personas] de la población de las Américas está aún en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por pequeños insectos. Entre ellas, el dengue, la malaria , Chagas, y otras nuevas como la chikungunya.”
Las enfermedades tropicales transmitidas gracias a la ayuda de los zancudos han ido cobrando un gran número de víctimas mundialmente, estas se han expandido por países en los cuales históricamente no se habían presenciado a pesar de estar destinadas por la naturaleza a mantenerse en una zona geográfica determinada.En Colombia estas enfermedades se veían únicamente en la región del Amazonas, y partes de la Guajira y la región Pacífica, gracias a una combinación de características climáticas y poco acompañamiento social. Normalmente los mosquitos responsables de transmitir estas enfermedades se encuentran en zonas con altas temperaturas y con condiciones de higiene o ubicaciones que permiten su mayor reproducción.
Es el caso del brote de Chikungunya con el cual se ha visto afectado gran porcentaje de la población colombiana sin discriminación de edad con síntomas más severos en los adultos de la tercera edad a los cuales el sistema de salud solo puede brindarles medicamentos para ayudar a aliviar los dolores asociados mas no una verdadera cura. También personas afectadas que previamente tuvieran ya una enfermedad podían encontrar la muerte o un aumento en la sintomatología, este virus ayuda a complicar el estado de salud de la persona dejando repercusiones aún después de que éste haya dejado a su huésped. Con esto, ¿Es posible señalar al sector de la salud de ineficiente por no poder brindar un alivio a las personas que aún se están viendo afectadas por este mal?
Debemos primero dar un paso atrás y darnos cuenta que el problema comienza cuando las fronteras establecidas naturalmente para cada una de las enfermedades se está rompiendo. Colombia cuenta con temperaturas constantes en sus territorios que cambian con la altura a la que estos se encuentran, así estas fronteras se podían determinar por la altura en la que se encontraban los territorios pero debido al aumento de la temperatura que se ha visto mundialmente, acompañadas de fenómenos climáticos como El Niño cada vez los zancudos llegan a mayores áreas del territorio colombiano llevando consigo los virus, bacterias y parásitos que aumentan los problemas para el sector de la salud al generar mayor número de afectados.
A venir de Colombia
Esta es una situación a la cual el país no se había visto enfrentado anteriormente y posiblemente no tenía pensado la iba a tener. Se vuelve un reto para Colombia determinar cuáles medidas va a tomar para impedir que estos brotes se sigan dando y evitar que grandes extensiones del territorio se vean afectadas por la llegada de estos vectores (zancudos).
Tristemente el país se ha caracterizado por tener zonas olvidadas en donde no llegan los recursos de saneamiento suficientes sea por falta de recursos naturales aledaños o por falta de diligencia social que tan solo se ven agravados por un sistema de salud público deficiente que cada día encuentra limitaciones.
No solo es el esparcimiento de enfermedades lo que agrava la situación de salud del país, las fuertes sequías que se han dado en donde la población dura meses sin agua ayuda a que se creen condiciones sanitarias en donde proliferen las enfermedades, además de las ya asociadas con no tener acceso al agua como necesidad básica y por tanto derecho humano. Se suma a esta preocupación las intensas olas de calor que se han visto en el mundo donde han muerto cerca de 2000 personas en India y Pakistan, que de generarse en el país podría tener consecuencias devastadoras.
No en vano Catherine Thomassan, directora ejecutiva de médicos por la responsabilidad social (Physicians for Social Responsibility) ha llamado al cambio climático “la mayor amenaza para la salud pública del siglo XXI”.
De esta forma, los sistemas de salud pública del país tendrán que evolucionar en su capacidad de respuesta y resiliencia para responder a la alta demanda de sus servicios que solo aumenta y se hace más inminente con los múltiples riesgos asociados al cambio climático. Se debe aprovechar esta oportunidad que se tiene para poder ver el cambio climático como una de las mayores oportunidades para el sector de la salud tal como lo dijo Nick Watts cabeza de la comisión Lancet en cambio climático en donde el sector encuentre el escenario para evolucionar y dejar atrás sus históricos problemas.
“Según los datos de la Organización Panamericana de la Salud, un 50% [500 millones de personas] de la población de las Américas está aún en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por pequeños insectos. Entre ellas, el dengue, la malaria , Chagas, y otras nuevas como la chikungunya.”
Las enfermedades tropicales transmitidas gracias a la ayuda de los zancudos han ido cobrando un gran número de víctimas mundialmente, estas se han expandido por países en los cuales históricamente no se habían presenciado a pesar de estar destinadas por la naturaleza a mantenerse en una zona geográfica determinada.En Colombia estas enfermedades se veían únicamente en la región del Amazonas, y partes de la Guajira y la región Pacífica, gracias a una combinación de características climáticas y poco acompañamiento social. Normalmente los mosquitos responsables de transmitir estas enfermedades se encuentran en zonas con altas temperaturas y con condiciones de higiene o ubicaciones que permiten su mayor reproducción.
Es el caso del brote de Chikungunya con el cual se ha visto afectado gran porcentaje de la población colombiana sin discriminación de edad con síntomas más severos en los adultos de la tercera edad a los cuales el sistema de salud solo puede brindarles medicamentos para ayudar a aliviar los dolores asociados mas no una verdadera cura. También personas afectadas que previamente tuvieran ya una enfermedad podían encontrar la muerte o un aumento en la sintomatología, este virus ayuda a complicar el estado de salud de la persona dejando repercusiones aún después de que éste haya dejado a su huésped. Con esto, ¿Es posible señalar al sector de la salud de ineficiente por no poder brindar un alivio a las personas que aún se están viendo afectadas por este mal?
Debemos primero dar un paso atrás y darnos cuenta que el problema comienza cuando las fronteras establecidas naturalmente para cada una de las enfermedades se está rompiendo. Colombia cuenta con temperaturas constantes en sus territorios que cambian con la altura a la que estos se encuentran, así estas fronteras se podían determinar por la altura en la que se encontraban los territorios pero debido al aumento de la temperatura que se ha visto mundialmente, acompañadas de fenómenos climáticos como El Niño cada vez los zancudos llegan a mayores áreas del territorio colombiano llevando consigo los virus, bacterias y parásitos que aumentan los problemas para el sector de la salud al generar mayor número de afectados.
A venir de Colombia
Esta es una situación a la cual el país no se había visto enfrentado anteriormente y posiblemente no tenía pensado la iba a tener. Se vuelve un reto para Colombia determinar cuáles medidas va a tomar para impedir que estos brotes se sigan dando y evitar que grandes extensiones del territorio se vean afectadas por la llegada de estos vectores (zancudos).
Tristemente el país se ha caracterizado por tener zonas olvidadas en donde no llegan los recursos de saneamiento suficientes sea por falta de recursos naturales aledaños o por falta de diligencia social que tan solo se ven agravados por un sistema de salud público deficiente que cada día encuentra limitaciones.
No solo es el esparcimiento de enfermedades lo que agrava la situación de salud del país, las fuertes sequías que se han dado en donde la población dura meses sin agua ayuda a que se creen condiciones sanitarias en donde proliferen las enfermedades, además de las ya asociadas con no tener acceso al agua como necesidad básica y por tanto derecho humano. Se suma a esta preocupación las intensas olas de calor que se han visto en el mundo donde han muerto cerca de 2000 personas en India y Pakistan, que de generarse en el país podría tener consecuencias devastadoras.
No en vano Catherine Thomassan, directora ejecutiva de médicos por la responsabilidad social (Physicians for Social Responsibility) ha llamado al cambio climático “la mayor amenaza para la salud pública del siglo XXI”.
De esta forma, los sistemas de salud pública del país tendrán que evolucionar en su capacidad de respuesta y resiliencia para responder a la alta demanda de sus servicios que solo aumenta y se hace más inminente con los múltiples riesgos asociados al cambio climático. Se debe aprovechar esta oportunidad que se tiene para poder ver el cambio climático como una de las mayores oportunidades para el sector de la salud tal como lo dijo Nick Watts cabeza de la comisión Lancet en cambio climático en donde el sector encuentre el escenario para evolucionar y dejar atrás sus históricos problemas.